Diagrama transa: del niño sacer (nuda vida), a pibe peri-feria (zombi mutante)

De niño-niño a sacer-zombis. La filosofía no alcanza.



¿Niño desnudo? Para nada. Arropado por cada intercambio, por cada transacción. Intercambios comerciales que exigen aprendizajes veloces. El niño indefenso, de tan desubjetivado mutó de mutación imprevisible, periférica. Devino pibe feria paraguaya. Para decirlo fino: se convirtió en intercambio comercial permanente, cálculo infinito (incesante). Indeleble. Transa-acción mercantil.




Los vínculos alegales no son vínculos desnudos, no son vínculos feroces. Hay una promiscuidad que invita a (e instituida por) una nueva forma de relación: nuevos cálculos. Transas sui generis, reproposición activa de (digamos) valores. Formas de construir la vida, de organizar el día a día. Todo va y viene y se escurre, permanentemente. Transa que entiende y explica lo que va a seguir. 



Nuevo diagrama del cálculo como pura pragmática. Cruda y áspera; profundamente derrochona y porno. Contaminada hasta perforar. Transa /cálculo urbano que se desenvuelve entre la explotación, la supervivencia, la esperanza”. Vinculo activo y cuidadoso, que construye vitalismo y erige supervivencia. 



Al pensar esto ya no somos posmos, sino post-post moderno: no ha lugar para romanticismo.



Pibe zombi. Pibe contaminado en la zona contaminada. Pibe mutante que se reconfigura, permanentemente: pliegue sobre pliegue. O cálculo sobre cálculo. Velocidad de un rayo que en la sobrevivencia, vive. Escapando de los lenguajes previos, de lo que era válido. Solo vale lo que el cuerpo puede. Y el cuerpo siempre puede algo (y el cuerpo de los pibes puede mucho, tal vez aventajados con el plus de la energía que les otorga sus pocos años). Coger, pegar, obedecer, pararse, consumir. “Envuelto en constelaciones afectivas: es infancia, resistencia, hábito, tristeza, memoria, deseo, despliegue, noción común, potencia organizadora de encuentro, medida para las mezclas de los cuerpos, descubrimiento del propio ser singular en el mundo”


Formas de organizar la vida donde abundan y se cruzan afectos, transas, cuidados ardientes y agresiones que dejan marcas. Nuevas marcas que estimulan el improviso, que fortalecen y reconfiguran.


Ni desnudos, ni futuro. Lanzamos a la pura transa, a la pura suerte. Existe un mercantilismo no-burgués (o no simbólicamente burgués)  un cálculo de feria, un regateo, un deambular. Una micropolítica del cálculo.


Viven la energía, la practican, quizás la inventan: se comprueba en sus efectos, pero no dicen una palabra de ello. Su energía se manifiesta.


El mutante no es un mal formado, todo lo contrario, es la correcta lectura del mundo lo que lo produjo.


El mutante no evolucionó, todo lo contrario, es la correcta lectura del mundo lo que lo produjo.


Mundo abierto al cualquircosismo,  mundo derrochón de ambivalencia, mundo erupcionado de naturaleza explosiva, mundo caótico de  artesanalidades, de velocidades y de imprevistos.



Pibe zombi que escapa a los rótulos, a las explicaciones. Victima y victimario según convenga (asistido al mediodía, politizado por la tarde/gato del plan, amigo de lo ajeno cuando dé). Entre la escuela y la calle, mercadiando. Llenos de tajos y costuras. Como si fuera una mala película de zombies, después de haber caído una bomba y destrozado todo, los restos humanos se comienzan a rearmar con lo que van encontrando tirado por ahí y cociendo artesanalmente cada miembro en el cuerpo. Collage que ya no conoce de funciones heredadas, collage brutal e irónico que no espera, ni paciente ni disciplinado. Cuerpo collage con múltiples costuras. Cuerpos sensores, hechos de células sofisticadas para captar señales de alteración del entorno. Ternuras amorales intensas y simultaneas.
 
Existe una política de los cuidados o gestión cariñosa del otro. Cualquier mamá es mamá de varios al mismo tiempo, los reta y los cuida;  los más grandes cuidan al más chico. Madres por roles y funciones, madres – mujeres- femeninas a maternajes distribuidos, diseminados en el acto de cuidar  y en el gesto amoroso. Madres como la imagen de lo que hay que preservar porque ellas perseveran.  Fuera de toda fidelidad, fuera de toda deuda, fuera de toda culpa.  También existen cuidados de la mujer que es mamá; es muy claro que hay que protegerla de cualquier agresión externa, de cualquier injuria e insulto.

Pero acá también aparece el cálculo, no en lo afectivo: no es que se mide la entrega, el bancar, el querer. Si se banca se banca a fondo. Se cumple con el pacto implícito sin cuestionarlo. Se cuida a pesar de poner en riesgo la propia integridad. Pero también esos pactos se rompen sin dejar ningún vestigio de ofensa, o resquemor. Se banca, y se deja de bancar sin que nada (o todo/ la transa) se interponga. Hay venganza pero sin rencor. Se hace/recibe la venganza y de alguna manera todo continua, no queda el resentimiento rondando los posibles vínculos. O también la defraudación es meramente efímera. Te banque y me robaste: sos un gil, pero me recabió. 

 Barrionuevo Tóxico 
(Lector de Pura suerte: http://tintalimon.com.ar/libro/PURA-SUERTE