¿Por qué se apela a la criminalización de la lucha por la tierra?
El 18 de marzo en la Ciudad de
Florencio Varela aparecieron afiches anónimos en los que aparece una foto de José Luis Calegari,
integrante del Centro de Participación Popular Angelelli y abogado del espacio Tierras
para todos y todas, con una leyenda que lo identifica como
"usurpador" de tierras y "ladrón".
José Luis Calegari es, además,
miembro de la Comisión Provincial de la Memoria, y del Comité contra la tortura
en las cárceles de la Provincia de Buenos Aires, y miembro asociado del Cels.
No se trata de un ataque aislado. A
fines del año pasado una banda armada entró al Centro Angelelli y sin robar
nada de importancia tomó a una compañera de rehén, produciéndose una intensa
balacera. Semanas después, durante diciembre de 2013, el Intendente Julio
Pereyra le inicia una acción penal contra José Luis Calegari por supuestos
"daños en la vía pública" durante la multitudinaria manifestación
llevada a cabo luego del ataque.
Durante el verano, los propios
activistas del Angelelli observaron el actuar de una banda mafiosa en una de
las tomas de tierras de Florencio Varela.
Finalmente, a solo 48 horas de la
aparición de los amenazadores afiches, durante la mañana de ayer, el propio
Intendente Julio Pereyra se presenta nuevamente ante la justicia de
Varela/Quilmes para pedir que se investigue el proceso de toma de tierras en
todo Varela, aduciendo que vinculado con las tomas crece el delito y el
narcotráfico. Y pide, con el apoyo del bloque de concejales del massismo, que
se investigue como parte de esta trama a Calegari (así lo informa la prensa de Varela y de
Quilmes).
Durante la mañana del día de hoy los
medios nacionales se hacen eco de la noticia (así
lo presenta el diario La Nación) y el Intendente Julio Pereyra vuelve a
atacar al Centro Angelelli, anunciando que en nombre de los intendentes
preocupados por el crecimiento del delito y el narcotráfico acudirá a la corte
provincial de justicia y, en
Radio Splendid, a una mayor coordinación de los mecanismos represivos del
estado.
En el corazón del asunto está la
cuestión del crecimiento de la toma de tierras, y el derecho al acceso a la
tierra y la vivienda digna. El bloque de legisladores de Nuevo Encuentro de
Florencio Varela acaba
de publicar un comunicado en repudio de los afiches, en el cual afirman que
“En cuanto al tema de la toma de tierras, tan frecuente en nuestro distrito,
consideramos que las mismas en general responden a que el crecimiento
demográfico de nuestro distrito no estuvo acompañado por una política de tierras
y a la verdadera existencia de una hipoteca social derivada de la exclusión
sufrida durante las décadas neoliberales en nuestro país. Es por eso que
de ninguna manera aceptamos una condena para con aquellos que
buscan conseguir un lugar digno en el que puedan vivir”.
El conflicto territorial es complejo
y abarca a varios actores. Por un lado, a familias que no tienen respuestas
suficientes a sus demandas. Por otro, al negocio de la tierra, que en su gran
mayoría pasa por empresarios que no podrían dar curso a la valorización especulativa
de la tierra si no estuviesen íntimamente vinculados a la trama que gobierna
los territorios, es decir, a una parte considerable del poder político, la
justicia y la policía y, como lo venimos viendo cada vez más, al recurso de las
bandas de violentos a través de las cuales se terceriza el control y la
represión sobre el territorio. A esta forma de gobernar la llamamos trama
“mafiosa”.
Estas bandas operan creando zonas que les permiten
obrar con total impunidad. En este proceso por el control mafioso del
territorio se termina atacando y hostigando a organizaciones sociales
que venimos defendiendo la vida en nuestras comunidades a través de
distintos espacios. Organizaciones barriales que, si no estuvieran estas mafias,
operarían con mayor impunidad destruyendo la vida de nuestros jóvenes;
siendo este a nuestro entender uno de los motivos por el cual se ataca a
las organizaciones y sus militantes.
Al respecto no podemos dejar de
considerar con suma preocupación el lenguaje utilizado por quienes atacan a
quienes luchan por el acceso a la tierra y la vivienda digna. Particularmente
el modo en que se usa la expresión “narcotráfico”, agitando fantasmas y
disponiendo las cosas de modo tal que solo quede disponible el recurso de la
criminalización y la represión.
En una
entrevista a la prensa local del día de hoy Calegari señala los lazos que
vinculan a la trama mafiosa con el negocio narco en Varela, a partir de las
investigaciones judiciales que se sucedieron al asesinato del “pelado” Fretes.
El repaso de los acontecimientos nos
lleva a insistir con nuestras preguntas:¿Qué se está jugando sobre la tierra? ¿Qué
tipo de negocios y especulaciones se están llevando a cabo entre bandas
mafiosas, partes de Estado y el amparo de la policía y del poder judicial? ¿Por
qué se apunta a las organizaciones que luchan por la tierra y la vivienda y no
contra quienes hacen negocios con ella?
La ofensiva contra las tomas de
tierras protagonizadas por organizaciones sociales plantean un escenario que
trasciende a la realidad local de Varela y exigen al arco popular y democrático
de una respuesta clara y articulada capaz de defender y profundizar cada una de
estas luchas.
Buenos Aires, 21 de marzo de 2014
Centro de participación popular
Monseñor Angelelli;
Movimiento de Colectivos Maximiliano
Kosteky,
Instituto de Investigación y
Experimentación Política