“Mientras nuestros hermanos estén presos no se va acabar el levantamiento”.
Kati Bethancourt
Machoa, dirigente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), analiza el levantamiento indígena.
por Gladys Tzul Tzul[1]
“Nos mueve la indignación, el dolor y
el amor. Queremos sacar a nuestros hermanos
que el régimen encarceló, queremos curar a nuestros heridos y mientras
nuestros hermanos estén presos no se va acabar el levantamiento.” Así comienza esta conversación que sostuvimos
con Kati Betancourt, dirigente de la mujer
y la familia de la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas
del Ecuador, organización que desde principios de agosto ha declarado un
levantamiento y un paro nacional que busca frenar las enmiendas constitucionales
de reelección presidencial, que se anule la ley de aguas, presionan por el
acceso universal a la universidad y se manifiestan contra la firma del Tratado
de Libre Comercio con Europa.
Kati, nació en la región amazónica en
el pueblo del Napo y de niña vio como su familia y su comunidad participaron
decisivamente en el levantamiento indígena de los años de 1990. Ella es hija
del levantamiento indígena, ella junto con miles de jóvenes indígenas mas forjaron
su experiencia y su vida al calor de las luchas indígenas; a continuación analiza
las situación política del gobierno del Ecuador que ha reprimido y encarcelado a casi más de 200
presos.
Gladys
Tzul Tzul: Como comunidades indígenas compartimos
luchas contra el extractivismo, contra el despojo de la tierra. Nos intimidan,
nos encarcelan. Pero ustedes ya pasaron por un levantamiento donde tomaron
tierras, donde lograron presentarse con fuerza para negociar y lograron
fracturar al sistema político ecuatoriano. En ese sentido ¿Qué diferencia hay
entre ese levantamiento de 1990 y en este levantamiento?
Kati
Bethancourt: Hay varias, por ejemplo las
condiciones donde vivimos los sujetos indígenas, pues ahora hay muchos
migrantes, tanto del campo a la ciudad
como al extranjero; también hay que tomar en cuenta que el Estado ha
funcionado en este levantamiento de manera diferente, nosotros decimos que
antes en lo 90 se tenía un gobierno de derecha que no tuvo la osadía
de actuar como el de ahora que es abiertamente capitalista y represor. Este
gobierno se adueñó de la fuerza del
movimiento indígena, porque sus raíces y conformación estuvo el movimiento
indígena. Digo esto para que se pueda notar la diferencia para poder explicar
la diferencia entre los levantamientos. En los 90, nosotros venimos caminando
hasta Quito, se hizo la toma de la iglesia, se cortó la producción y obligamos al gobierno a escuchar;
alcanzamos algunas conquistas visibles, en cambio la diferencia de ahora es que hemos hecho nuestro máximo esfuerzo por
dialogar y presentar nuestros
planteamientos, sin embargo la respuesta
del gobierno ha sido la represión. Por ejemplo ahora en Loja ingresaron
a los domicilios, golpearon al as mujeres, maltrataron a las personas de la tercera edad, a menores
de edad, y eso no paso en los 90’.
También en los años 90 recuperamos nuestros territorios en La Amazonía,
obtuvimos la legalización, logramos el reconocimiento de la educación bilingüe,
de nuestro sistema de salud, tuvimos logros. Y esos son los logros que este
gobierno nos ha quitado la educación
bilingüe, la salud y además utiliza el tema del estado plurinacional como
una cuestión simplemente discursiva y la folklórica. Entonces, la diferencia es
que el Estado se ha organizado de mejor manera, ahora es más represivo, porque
durante ocho años no permiten marchas, ni críticas. Ha sido el
movimiento indígena el que ha logrado hacer esta movilización nacional y pese a
la represión mantenemos el levantamiento
indígena.
Gladys
Tzul Tzul: ¿Cómo estructuramos nuestra respuesta
a la crítica que dice que el levantamiento indígena de la CONAIE responde a una
estrategia de golpe contra los gobierno progresista? ¿Vale o no vale la
pena responder a ese formato de crítica?
Kati
Bethancourt Machoa: Yo pienso que siempre vale la pena
aclarar las cosas. Que lamentable que la prensa nacional e internacional haga
que un echo concreto se convierta en juicio de valor de una sola persona. Pueden hacer varias interpretaciones, pero yo
puedo dar datos, pues quienes se movilizaron fueron gente pobre, gente indígena y gente campesina. No se movilizaron los
banqueros y los empresarios. ¿Quiénes han sido los heridos? ¿Quiénes son los
presos? ¿A quien atacó el gobierno? No fue a la casa de los ricos, de las mansiones. ¿Quiénes están defendiendo
a esos más de 160 presos que hay ahora
en el país? ¿Quiénes curan a lo heridos?. Nadie tiene para pagar a un abogado,
nosotros no tenemos buros de abogados,
nosotros estamos trabajado con organizaciones de derechos humanos, tenemos la
solidaridad de organizaciones y de personas individuales, contamos con el
respaldo mayoritario de la ciudad de Quito y esas son las realidades, a
nosotros no nos pagan, al contrario nos hostigan, nos toman fotos. Por eso,
pueden decir muchas cosas, nosotros partimos de la realidad concreta.
Gladys
Tzul Tzul: Ustedes en asamblea popular han
decidido irse del parque el Arbolito y que el levantamiento no se acaba, pero
que van a regresar a sus comunidades para fortalecer las organización y también
para liberar a los presos. Entonces el levantamiento cobra otra forma, eso da
cuenta de un agudo cálculo para replegarse, para poder ganar fuerza. Es una
gran enseñanza para las comunidades y los pueblos que luchan.
Kati
Bethancourt Machoa: Hemos visto toda la violencia del
estado y todas las mentiras que dice, sabemos que ministros se han acercado a
los dirigentes para persuadirlo de botar el levantamiento, por eso estamos pensando en alimentar nuestras
estrategias para volver a salir. Nosotros nos mantenemos en pie de lucha, esta vez hemos ganado mucho,
pero también hemos aprendido que no es la época
de los 90, el Estado funciona distinto y nosotros tenemos que leer
distinto. Nosotros continuamos, hemos dicho que mientras exista un preso en el
Ecuador no se va acabar el levantamiento, vamos a sacar a todos nuestros
compañeros, no vamos a permitir que la
justicia comprada por Correa los encarcele
a tres años de prisión. Tenemos fijado ya una fecha en septiembre para
hacer una gran marcha, sabemos que en noviembre es la fecha de las enmiendas y
ahí nos movilizaremos en forma conjunta, esperamos e invitamos a la ciudadanía
a que se una. Nosotros como CONAIE le hemos dicho que le garantizamos a Correa
que no dejará sus funciones como mandatario,
pero lo que no vamos a permitir es que comience a vender los conocimientos
ancestrales, que siga habiendo exclusión, que siga habiendo minería, tampoco
que se resten derechos a nuestros
compañeros que están en el ámbito laboral, todo eso es innegociable, por eso
vamos a continuar.
Gladys
Tzul Tzul: Como analizas la decisiva
participación de las mujeres indígenas, sabemos que el hacer político de las
mujeres es estructural en este
levantamiento, asi como en el anterior.
Kati
Bethancourt Machoa: Las mujeres respondimos de manera
contundente cuando las agresiones del Estado han venido. Nosotras estamos movilizadas
por la indignación, por el dolor y por
el amor, pues como madres, esposas, o hijas hemos realizado acciones puntuales,
por ejemplo se ha denunciado con la relatora de pueblos indígenas y también
contactaron a la ONU, hemos acompañado a los detenidos a las audiencias. Las
mujeres hemos planificado los detalles importantes para el fortalecimiento de
las luchas, aunque a veces no se ve, nuestra fuerza alimenta la lucha.
[1] Sociedad Comunitaria de Estudios Estratégico, la entrevistadora
se encuentra de visita por Quito en estos días.
Es candidata doctoral en sociología por la BUAP Puebla México.